Your browser doesn't support javascript.
loading
Show: 20 | 50 | 100
Results 1 - 2 de 2
Filter
Add filters








Year range
1.
Rev. ecuat. neurol ; 28(3): 19-24, sep.-dic. 2019. graf
Article in English | LILACS-Express | LILACS | ID: biblio-1058469

ABSTRACT

ABSTRACT Background: Persistence of cavum septum pellucidum (CSP) and cavum vergae (CV) into adulthood and their association with mood disorders is unknown. Objective: We aimed to assess persistence of these cava in Atahualpa cohort individuals, and their association with clinical depression (as a surrogate of limbic system dysfunction). Methods: Cases were defined as Atahualpa residents aged ≥20 years with CSP and/or CV and paired 1:1 to age- and sex-matched randomly-selected controls. A board-certified psychiatrist (blinded to case-control status) interviewed individuals with the aid of the Patient Health Questionnaire depression module (PHQ-9) to establish a diagnosis of clinical depression. The McNemar's test and conditional logistic regression models were fitted to assess the independent association between persistence of CSP and/or CV and clinical depression (as the dependent variable). Results: Of 1,298 individuals undergoing a head CT, 51 (3.9%) had a CSP and/or CV. The selection process for the nested case-control study on the Atahualpa cohort (after excluding eight missing individuals with midline cava) generated 43 pairs. Nine of 43 case-patients (20.9%) and only two control subjects (4.7%) had moderate-to-severe scores on the PHQ-9 (cutoff ≥10 points). Clinical depression was significantly more frequent among case-patients than controls by the McNemar's test (OR: 8; 95% C.I.: 1.1 - 354.9) and the conditional logistic regression model (OR: 8; 95% C.I.: 1.00 - 63.96). Conclusions: This study provides epidemiological evidence favoring the association between midline cava and clinical depression, supporting their relationship with limbic system dysfunction.


RESUMEN Antecedentes: La persistencia de cavum septum pellucidum (CSP) y cavum Vergae (CV) en adultos y su asociación con trastornos del estado de ánimo es desconocida. Objetivo: Evaluar la persistencia de estas cavidades y su asociación con depresión clínica (como marcador de disfunción del sistema límbico). Métodos: Los casos se definieron como residentes de Atahualpa con edades ≥20 años con CSP y/o CV y se emparejaron 1:1 con controles aleatoriamente seleccionados de acuerdo con edad y sexo. Un psiquiatra (ciego al estado caso/control) entrevistó a los individuos con el módulo de depresión del cuestionario de salud del paciente (PHQ-9) para establecer diagnóstico de depresión clínica. La prueba de McNemar y modelos de regresión logística condicional se utilizaron para evaluar la asociación independiente entre persistencia de CSP y/o CV y depresión clínica (como variable dependiente). Resultados: De 1.298 individuos sometidos a TC de cerebro, 51 (3.9%) tenían un CSP y/o CV. El proceso de selección para el estudio de casos y controles generó 43 pares. Nueve de 43 casos (20.9%) y solo dos controles (4.7%) tuvieron puntajes de moderados a severos en el PHQ-9 (punto de corte ≥10 puntos). La depresión clínica fue significativamente más frecuente entre los pacientes que en los controles mediante la prueba de McNemar (OR: 8; 95% C.I.: 1.1 - 354.9) y la regresión logística condicional (OR: 8; 95% C.I.: 1.00 - 63.96). Conclusiones: Este estudio proporciona evidencia epidemiológica que favorece la asociación entre persistencia de CSP y/o CV y depresión clínica, lo que favorece su relación con disfunción del sistema límbico.

2.
Rev. ecuat. neurol ; 26(2): 128-134, may.-ago. 2017. tab, graf
Article in Spanish | LILACS-Express | LILACS | ID: biblio-1003974

ABSTRACT

RESUMEN El diagnóstico de muchas de las enfermedades neurológicas no transmisibles requiere de la práctica de una resonancia magnética, la cual no se encuentra disponible en regiones rurales o remotas. Es importante realizar esfuerzos destinados a encontrar pruebas diagnósticas portátiles que sirvan como tamizaje para la identificación de personas que necesitan ser sometidas a una IRM. Como parte del Proyecto Atahualpa, hemos invitado a todos los participantes ≥60 años para la práctica de una IRM de cerebro y aproximadamente el 80% de las personas han aceptado el procedimiento. Por lo tanto, tenemos la oportunidad única de probar la validez de pruebas no-invasivas que puedan ser utilizadas como substitutos de resonancia para identificar candidatos a hacerse dicho examen. Hasta la fecha, hemos estudiado el valor del índice tobillo-brazo, la confiabilidad de la relación neutrófilos-linfocitos, la exactitud de la presencia de retinopatía hipertensiva y el valor del Doppler transcraneal para la detección de personas con enfermedad de pequeño vaso cerebral. Los individuos con índice tobillo-brazo anormal tiene 4 veces más riesgo de tener un infarto lacunar silente que aquellos con índice normal. Una relación neutrófilos-linfocitos elevada es pobremente sensitiva pero altamente específica para detectar personas con por lo menos un marcador de imagen de enfermedad de pequeño vaso. Los individuos con retinopatía hipertensiva Grados 2-3 tienen casi 4 veces más riesgo de tener hiperintensidades de sustancia blanca que aquellos con retinopatía Grado 1 o sin retinopatía. Finalmente, la correlación del índice de pulsatilidad de las arterias intracraneales para detectar marcadores de enfermedad de pequeño vaso es pobre. Seguimos en la búsqueda de una prueba económica y confiable que permita la identificación de sujetos aparentemente sanos, con riesgo de desarrollar eventos cerebrovasculares catastróficos.


ABSTRACT Diagnosis of many non-communicable neurological diseases require the use of MRI, which is not readily available in remote rural populations. Efforts should be directed to find portable screening diagnostic tools that may help identify candidates for MRI screening. In the Atahualpa Project, all participants aged ≥60 years have been invited for the practice of MRI, and about 80% of them have underwent the procedure. Therefore, we have the unique opportunity to test the accuracy of non-invasive exams to be used as surrogates to MRI for identifying candidates for the practice of this exam. To date, we have assessed the value of the ankle-brachial index ABI), the reliability of the neutrophil-to-lymphocyte ratio (NLR), the accuracy of hypertensive retinopathy, and the value of transcranial Doppler (TCD) to detect individuals with cerebral small vessel disease. Individuals with an abnormal ABI have 4 times de odds of having a silent lacunar infarct than those with a normal ABI. A high NLR has a poor sensitivity but is highly specific for detecting persons with at least one imaging signature of small vessel disease. Individuals with hypertensive retinopathy Grades 2-3 are almost four times more likely to have moderate-to-severe white matter hyperintensities than those with no- or only Grade 1 retinopathy. Finally, the correlation between the pulsatility indexes of major cerebral arteries with imaging markers of small vessel disease, as assessed by TCD, was poor. We are still in the search of some non-expensive and readily available biomarker that allow the identification of apparently healthy persons at risk of suffering a catastrophic cerebrovascular event.

SELECTION OF CITATIONS
SEARCH DETAIL